KFC ha lanzado una campaña publicitaria sin precedentes en el Reino Unido antes de las elecciones legislativas, donde se respira un clima de desconfianza y escepticismo. En un intento por cambiar el paradigma de desinformación y restablecer la fe y la confianza en algo tangible, la cadena de comida rápida ha decidido centrar la atención en uno de sus productos estrella: el pollo.
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Con mensajes enigmáticos como «cree en las especias» y «confía en las hierbas» adornando vallas publicitarias y camionetas por toda la ciudad de Londres, KFC ha desafiado las normas de la publicidad convencional al no incluir su logo de marca en ninguna parte de la campaña. Esta estrategia, diseñada para generar intriga y provocar conversaciones, busca resaltar la idea de que, en un mundo lleno de incertidumbre y desconfianza, todavía hay algo en lo que se puede confiar: la calidad y el sabor del pollo de KFC.
Kate Wall, directora de marketing de KFC, ha expresado que esta campaña representa una nueva forma de conectar con los consumidores, especialmente con los fieles seguidores de la marca. La intención es romper con la imagen tradicional de KFC y presentarla como un símbolo de fiabilidad y excelencia en un contexto político inestable.
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Con esta campaña, KFC pretende no solo promocionar su producto estrella, sino también recordar a los ciudadanos la importancia de confiar en lo auténtico y verdadero en medio de un panorama lleno de incertidumbre y escepticismo político. La apuesta por el humor y la creatividad se convierte en una declaración de principios de la marca, reforzando su compromiso con la calidad y la confianza en un mundo donde la verdad parece cada vez más difusa.