Estudio revela cuántas empresas colombianas despliegan tras cinco años operando
La supervivencia empresarial en Colombia enfrenta un panorama complicado que está causando que muchos emprendedores que se atreven a crear negocios en el país deban poner fin abruptamente a sus proyectos de emprendimiento debido a varios factores. La falta de conocimiento sobre su mercado objetivo y productos más rentables serían algunos de los factores que llevarían a las micro, pequeñas y medianas empresas a esta situación.
Según datos de la Confederación Colombiana de Cámaras de Comercio (Confecámaras), apenas el 30% de las micro, pequeñas y medianas empresas (conocidas como Mipymes) logran superar sus primeros cinco años de operación. Esta situación presenta desafíos significativos, ya que estas compañías representan el 99.5% del tejido empresarial del país y emplean al 65% de la fuerza laboral en Colombia, de acuerdo con cifras de la Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Acopi).
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La tasa de supervivencia varía según el tamaño de las empresas: las microempresas presentan una supervivencia del 33.5%, las pequeñas, del 60.9%; y las medianas, del 73.7%. Respecto a esta situación, expertos como Kenny Barrios sostienen que muchas de estas fallas se deben a la falta de conocimiento sobre su mercado objetivo y productos más rentables.
Barrios, que ha estado involucrado en el asesoramiento de más de 500 empresas en América Latina, propone tres estrategias cruciales para superar estas adversidades:
1. Experimentar diversos ángulos de ventas e innovar:
Probar y medir distintas tácticas en cuanto a productos, comunicación y mercados es esencial. Las empresas pueden identificar prácticas efectivas y escalarlas de manera gradual. Barrios destaca que enfocarse en una sola estrategia por un período prolongado puede ser contraproducente. En lugar de esperar dos años para obtener resultados, recomienda diversificar desde el inicio. Innovar no solo se trata de crear nuevos productos, sino de encontrar nuevas formas de llegar al cliente, mejorar procesos y adaptar el negocio a las tendencias del mercado.
2. Aumentar la rentabilidad y optimizar recursos:
Incrementar ventas y reducir costos son claves. Atraer nuevos clientes, vender más a los actuales y ajustar precios, combinados con reducir costos operativos mediante el uso de tecnología y optimización de procesos, pueden acelerar el punto de equilibrio de una empresa. El especialista subraya que la tecnología permite escalar operaciones sin aumentar significativamente los costes, utilizando e-commerce, redes sociales y marketing digital. La implementación de tecnologías de la información y la comunicación (TICs) puede transformar la manera en que las empresas operan y se relacionan con sus clientes.
3. Crear un modelo de negocio escalable con transformación dual:
Esta estrategia implica usar recursos existentes de una unidad de negocio para desarrollar otra de manera independiente. Barrios ejemplifica con su propio grupo empresarial, donde cinco unidades distintas comparten recursos, optimizando costos y aumentando la eficiencia. Esta práctica no solo permite un uso más eficiente de los recursos, sino que también diversifica las fuentes de ingresos y reduce el riesgo asociado a depender de un solo negocio.
Estos consejos se basan en tres principios: rapidez, recursividad y relevancia. La rapidez implica adaptarse ágilmente a las necesidades del mercado; la recursividad significa utilizar los recursos disponibles de manera creativa; mientras que la relevancia se basa en obtener los mejores resultados posibles.
El decálogo al momento de emprender:
Conocer el mercado:
Realizar estudios de mercado para identificar la demanda, competidores y oportunidades. Esto ayuda a entender el entorno en el que la empresa operará y a tomar decisiones informadas.
Definir el modelo de negocio:
Establecer cómo generarán ingresos y cuál será su propuesta de valor. Un modelo de negocio claro y bien definido es crucial para la sostenibilidad a largo plazo.
Gestión financiera:
Mantener registros financieros detallados, controlar costos y asegurar el flujo de caja. Una buena gestión financiera es esencial para la supervivencia y el crecimiento del negocio.
Legalidad y formalización:
Cumplir con los requisitos legales y fiscales, como registrar la empresa y obtener las licencias necesarias. La formalización no solo asegura el cumplimiento legal, sino que también puede abrir puertas a financiamiento y contratos más grandes.
Planificación estratégica:
Desarrollar un plan de negocio que incluya objetivos, estrategias y un cronograma de actividades. La planificación estratégica ayuda a guiar el crecimiento y a medir el progreso.
Innovación y diferenciación:
Ofrecer productos o servicios únicos que se destaquen en el mercado. La innovación constante es clave para mantenerse competitivo y relevante.
Marketing y branding:
Invertir en estrategias de marketing digital y tradicional para construir una marca sólida. Una marca fuerte puede atraer y retener clientes, así como diferenciarse de la competencia.
Atención al cliente:
Brindar un excelente servicio al cliente para fomentar la lealtad y recomendaciones. La satisfacción del cliente es crucial para el éxito a largo plazo.
Red de contactos:
Crear y mantener relaciones con proveedores, clientes y otros emprendedores. Una red de contactos sólida puede proporcionar apoyo, recursos y oportunidades de negocio.
Capacitación continua:
Invertir en formación y actualización para el equipo y los dueños para mantenerse competitivos. La capacitación continua asegura que la empresa se mantenga al día con las tendencias y mejores prácticas del mercado.
La situación de las Mipymes en Colombia es preocupante, pero con estrategias claras y efectivas es posible mejorar sus tasas de supervivencia y fomentar un desarrollo empresarial más sólido y sostenible. Los emprendedores deben estar dispuestos a adaptarse, innovar y aprovechar al máximo los recursos disponibles para superar los desafíos y construir negocios exitosos y duraderos.