En América Latina, donde los cambios políticos y económicos son una constante, miles de emprendedores han convertido sus sueños en proyectos reales, sorteando obstáculos como si se tratara de superar niveles en un videojuego en línea. Este fue el contexto en el que Santiago Etchegoyen y Mariano Sokal, CTO y Director de uFlow respectivamente, se conocieron en 2006, superando misiones juntos en Counter Strike.
Hoy en día, lideran uFlow, una empresa de tecnología dedicada a automatizar los procesos de evaluación crediticia de empresas financieras en América Latina. Comparten siete lecciones aprendidas durante el desarrollo de su empresa con aquellos que desean emprender en Perú y la región:
1. Conocer y tener experiencia en el mercado al que te diriges: Antes de crear uFlow, Santiago y Mariano trabajaron durante muchos años en el sector de riesgo crediticio en Argentina, lo que les permitió comprender las necesidades y desafíos de los clientes que no estaban siendo atendidos adecuadamente por las herramientas disponibles en ese momento. En 2014, decidieron desarrollar un servicio para satisfacer esas necesidades insatisfechas.
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2. Prepararse para la internacionalización: Tras los rápidos cambios tecnológicos causados por la pandemia, en 2021 uFlow dio el paso hacia la internacionalización al ingresar al mercado colombiano, enfrentando diversos desafíos. Reconocieron la necesidad de adoptar un enfoque más global y establecer estrategias de marketing específicas para cada uno de los mercados a los que ingresaron, como México, Panamá, Perú, Chile, Uruguay y próximamente otros países latinoamericanos.
3. Identificar las particularidades de cada mercado es crucial para la expansión de una marca en Latinoamérica. Por ejemplo, entidades como la Superintendencia Financiera de Colombia y la SBS de Perú imponen requisitos específicos, mientras que las entidades crediticias exigen ciertos niveles de seguridad para los servicios contratados. Obtener certificaciones internacionales, como la norma ISO 27001 de seguridad informática, puede ser clave para operar en toda la región.
4. Definir el perfil ideal del equipo es fundamental en un entorno tecnológico en constante evolución. La retención del talento es un desafío, por lo que es crucial fomentar la responsabilidad y la colaboración interna para garantizar la excelencia en el servicio. Buscar personas con actitud senior, capaces de autogestionarse y aportar ideas, es una estrategia exitosa para construir un equipo sólido.
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5. La flexibilidad ante los cambios coyunturales es una fortaleza de los emprendedores latinoamericanos. Adaptarse a los vaivenes político-económicos es imprescindible para operar en estos mercados. La automatización de servicios puede ser un impulsor para las empresas financieras incluso en momentos desafiantes, como lo demuestra el caso de las fintech o empresas de préstamos que buscan modernizarse.
6. Cuando deciden aventurarse en el mercado latinoamericano, superan el temor inicial de competir con grandes empresas transnacionales, con décadas en el mercado y miles de empleados. Reconocen que, como startups o compañías nativas tecnológicas, pueden ofrecer productos personalizados y adaptados a las necesidades del cliente, con soporte en español, una ventaja que no es común en este mercado. Superar las dudas iniciales es crucial para competir de manera seria, sabiendo que su servicio es sólido. Aprenden del feedback y entienden que las empresas en general buscan productos que resuelvan sus necesidades en el momento, sin importar el tamaño del proveedor. La clave está en mostrar su servicio, compartir casos de éxito y realizar demostraciones para que los potenciales clientes vean su servicio en acción.
7. Tanto Mariano como Santiago se mantienen actualizados con las últimas tendencias del sector tecnológico y han mejorado sus habilidades de management para mantenerse competitivos en un mercado tan dinámico. Mariano recomienda lecturas y audiolibros como «Hábitos atómicos» de James Clear y «Aquí no hay reglas» de Reed Hastings, ex CEO de Netflix, como ejemplos inspiradores para otros emprendedores.
Mariano Sokal finalmente alienta a las grandes empresas a colaborar con emprendedores, ya que estos últimos están impulsados por la pasión y la fe en sus sueños. Declaró que a veces en un grupo de cuatro emprendedores trabajando en un proyecto hay mucha más pasión que en 40 trabajadores de una gran corporación.