España, ante el desafío del cambio climático: Una perspectiva pesimista
En el panorama global de la conciencia ambiental, España emerge como un país con una percepción marcada por el pesimismo en lo que respecta al cambio climático. Un estudio elaborado por Ipsos revela que esta nación se encuentra entre las más desalentadas de Europa en relación con este fenómeno. Los datos son contundentes: uno de cada cuatro españoles considera que el cambio climático está fuera de control o que es demasiado tarde para revertir sus efectos. Este estudio, realizado con motivo del Día Internacional de la Tierra, ofrece una mirada profunda sobre la mentalidad de la población española en torno a este desafío global.
La investigación, llevada a cabo en 33 países, arroja resultados preocupantes para España. Aunque la mayoría aún sostiene la idea de que gobiernos, empresas y ciudadanos tienen la responsabilidad de abordar el cambio climático, esta convicción ha experimentado un declive significativo en los últimos tres años. La confianza en la acción gubernamental ha disminuido en un 11%, reflejando un sentimiento de desencanto y escepticismo hacia las políticas ambientales. Asimismo, la percepción sobre la responsabilidad empresarial y ciudadana ha sufrido descensos similares, indicando una creciente sensación de impotencia frente al cambio climático.
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Un dato revelador es la disminución del 5% en el número de personas que creen que España debería hacer más en la lucha contra el cambio climático, en comparación con el año anterior. Además, aproximadamente un tercio de la población considera que el país está siendo exigido a realizar sacrificios desproporcionados para enfrentar este desafío, lo que refleja una creciente percepción de injusticia en relación con las demandas ambientales.
La desesperanza en torno al cambio climático se manifiesta de manera diferenciada según el género y la edad. El estudio revela que los hombres y los jóvenes son los más propensos a adoptar una actitud apática y fatalista frente al cambio climático, en comparación con las mujeres y las generaciones mayores. Esta tendencia se refleja en la creencia de que el cambio climático está fuera de control, siendo los hombres y la Generación Z los más pesimistas en este aspecto.
A pesar de este contexto adverso, existe un consenso generalizado en torno al potencial impacto positivo de los cambios individuales en la lucha contra el cambio climático. La mayoría de la población reconoce que pequeñas acciones cotidianas pueden generar un gran impacto, aunque esta percepción varía según el género y la edad. Las mujeres y las generaciones mayores muestran una mayor disposición a realizar cambios personales, destacando su papel crucial en la promoción de comportamientos sostenibles.
Una de las novedades del estudio es el análisis del impacto percibido de las energías renovables. Si bien existe un consenso sobre su contribución positiva a la lucha contra el cambio climático y la mejora de la calidad del aire, la percepción es más ambivalente en cuanto a sus efectos económicos y de asequibilidad. La transición hacia las energías renovables representa una oportunidad para España en su lucha contra el cambio climático, pero aún persisten dudas sobre su viabilidad económica y social.
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España se enfrenta a un panorama desafiante en su percepción y respuesta al cambio climático. El pesimismo y la desconfianza prevalecen en la sociedad, lo que subraya la urgente necesidad de acciones concretas y efectivas para abordar este problema. El compromiso de todos los sectores de la sociedad es fundamental para impulsar un cambio positivo y construir un futuro sostenible para las próximas generaciones.