El Rolex Submariner es un reloj que ha marcado un hito en la historia de la relojería y que ha acompañado al famoso agente secreto James Bond en sus aventuras desde 1962. Este modelo, conocido por su robustez, precisión y estilo icónico, se ha convertido en un símbolo de lujo y sofisticación.
El mundo de la relojería, por ejemplo, está lleno de apodos, tantos que puede ser difícil mantenerse al día en una sala llena de frikis de la relojería sin un conocimiento enciclopédico sobre Pitufos, Hulks, Doble Subrayado Suizo, Paul Newmans y similares. A los aficionados a los relojes parece gustarles especialmente poner apodos juguetones a ciertos relojes, y a ninguno más que a los de Rolex.
Por la razón que sea —popularidad, ubicuidad, visibilidad—, los relojes de la Corona reciben casi inmediatamente apodos tontorrones en su debut. (¿Le apetece una taza de café con su Rolex «Starbucks»?) Desde luego, no son apodos que la propia marca se digne a utilizar. Pero el uso del sistema facilita la vida de un relojero: diga “Pepsi” y todo el mundo sabrá que se refiere a un GMT Master o GMT Master II de bisel rojo y azul, aunque no sepan qué referencia es.
Tomemos el Submariner como otro ejemplo. En producción desde principios de los años 50, existe un número casi absurdo de ligeras variaciones incluso dentro del mismo número de referencia. (¿No nos crees? Consulta esta enorme guía sobre el tema creada por Hodinkee). Pero dejando a un lado las sutiles diferencias en el texto, la serifa y el color, hay varias referencias (y sus apodos) que destacan por su gran atractivo, como la ref. 6538 “James Bond” Submariner.
Producido aproximadamente entre 1956 y 1958, la ref. 6538 fue la quinta referencia Sub. A diferencia de la ref. 6536 —que, curiosamente, se fabricó al mismo tiempo—, con una corona pequeña, la ref. 6538 presentaba una corona “grande” de 8 mm, lo que le confería un aspecto poco convencional que acentuaba su carácter de reloj-herramienta serio hecho a medida para el submarinismo.
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Como primer Submariner con movimiento cronómetro certificado, estaba disponible en dos versiones: en la primera, la esfera negra brillante presentaba cuatro líneas de texto, con información sobre el modelo impresa en dorado, y el índice de profundidad y la certificación de cronómetro en blanco. La segunda, de dos líneas, sólo tiene dos líneas de texto, ya que estos ejemplares no están certificados como cronómetros. Sin embargo, a diferencia de sus primos de cuatro líneas, añaden marcas de hash en el bisel entre 0-15 minutos, además de un triángulo completamente rojo.
Resistente al agua hasta 200 m, el ref. 6538 —también llamado comúnmente Sub de “corona grande”, aunque no fue el único Sub vintage con corona de 8 mm- se asociará para siempre con la franquicia de James Bond por un famoso momento de la película Goldfinger de 1964: Bond, que aparece con un smoking blanco, enciende un cigarrillo y utiliza el mechero para comprobar la hora en su reloj.
Este ref. 6538, con una correa con los colores del regimiento demasiado estrecha, aparece en un primer plano justo antes de que los explosivos que Bond había colocado para volar por los aires un alijo de heroína. Aunque también lo llevó Sean Connery en Dr. No, la primera película de Bond, fue este primer plano del reloj lo que le confirió su estatus legendario entre los coleccionistas (la combinación de colores de la correa del regimiento no se ha hecho menos famosa, y las NATO con rayas rojas, negras y verdes siguen siendo muy populares hoy en día).
La relación entre el Submariner y James Bond se mantiene vigente en la actualidad, con Daniel Craig luciendo este modelo en las últimas películas de la saga. El Submariner ha dejado de ser un simple reloj para convertirse en un ícono cultural, un símbolo de aventura, elegancia y estilo. Este reloj seguirá acompañando a James Bond en sus futuras misiones, escribiendo nuevos capítulos en la historia del cine y de la relojería.