Preferencia por alquilar en lugar de comprar en el mercado inmobiliario uruguayo
En el dinámico escenario del mercado inmobiliario uruguayo, una tendencia ha ido cobrando fuerza en los últimos años: la creciente preferencia por alquilar en lugar de comprar. Este cambio de paradigma ha sido impulsado por diversos factores, incluyendo la evolución de los precios de los alquileres en relación con el poder adquisitivo de los salarios, así como la implementación de políticas y programas gubernamentales destinados a promover la vivienda promovida y el alquiler subsidiado.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el precio de los alquileres ha experimentado una caída significativa del casi 10% en términos de poder adquisitivo del salario. Esta tendencia, que se ha mantenido constante en los últimos años, ha llevado a una reconsideración por parte de muchas familias sobre la conveniencia de alquilar en lugar de comprar una vivienda.
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El mercado inmobiliario desempeña un papel crucial en la economía, ya que determina directa e indirectamente una parte importante del costo de vida de las familias. Durante décadas, el mercado de alquileres fue fundamental para facilitar el acceso a la vivienda de las familias uruguayas. Sin embargo, a partir de los años ’60, el país experimentó un declive en la oferta inmobiliaria, junto con medidas que afectaron la inversión en nuevas viviendas, lo que llevó a una desaceleración del mercado de alquileres.
En los últimos 20 años, tras la crisis económica de 2002, la economía uruguaya ha experimentado una mejora significativa, junto con un aumento en los niveles salariales y, en consecuencia, en la capacidad de acceso a la vivienda. Aunque la pandemia interrumpió temporalmente esta tendencia, desde el 2021 se ha observado un aumento consistente en la capacidad de compra del salario en relación con el costo de los alquileres.
Este cambio de paradigma ha llevado a una disminución gradual en la proporción de personas que optan por comprar una vivienda en lugar de alquilarla. Esto se refleja en la disminución de la relación entre el costo del alquiler y el salario, que ha caído casi un 3% en el último año y un 9% desde antes de la llegada de la pandemia.
A pesar de la idiosincrasia uruguaya, que históricamente ha priorizado la propiedad de la vivienda, alquilar se presenta como una opción más rápida y razonable para acceder a la vivienda de manera masiva, especialmente dado el contexto económico actual y las tendencias observadas en el mercado inmobiliario.
El rol de la vivienda promovida ha sido fundamental en este cambio de paradigma. Este programa, que comenzó en 2012, ofrece exoneraciones fiscales a proyectos de inversión inmobiliaria ubicados en zonas definidas por las intendencias. Aunque inicialmente se planteó como un programa de aumento de la oferta de viviendas sociales, ha tenido un impacto significativo en el mercado inmobiliario en general, dinamizando la oferta de viviendas tanto en venta como en alquiler.
La vivienda promovida ha sido objeto de debate político debido a su origen y a las exoneraciones fiscales que ofrece a los inversores. Sin embargo, su contribución al mercado inmobiliario y al empleo en el sector de la construcción ha sido indudable. Con más de 1.300 proyectos aprobados y más de 36.000 viviendas construidas, este programa ha demostrado ser una herramienta efectiva para fomentar la inversión y la actividad económica en el país.
Además de la vivienda promovida, surgen propuestas políticas para establecer programas de alquiler subsidiado, siguiendo el modelo de países europeos y de Estados Unidos. Estos programas buscan ampliar el acceso al alquiler a determinados hogares o familias, complementando la oferta existente en el mercado.
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El mercado inmobiliario uruguayo está experimentando un cambio de paradigma hacia la preferencia por alquilar en lugar de comprar. Esta tendencia, impulsada por una disminución en el costo relativo de los alquileres en relación con los salarios y por políticas gubernamentales como la vivienda promovida y el alquiler subsidiado, está transformando la forma en que las familias uruguayas acceden a la vivienda. Con un mercado inmobiliario dinámico y una mayor oferta de viviendas en alquiler, esta tendencia parece estar destinada a continuar en los próximos años.