Medidas del sindicato de Conaprole anticipan desabastecimiento de productos lácteos
En un movimiento que ha captado la atención del sector lácteo uruguayo, la Asociación de Obreros y Empleados de Conaprole (AOEC) ha tomado medidas de protesta ante lo que consideran una falta de entendimiento con la empresa en materia de categorizaciones laborales. Esta acción, respaldada por la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FTIL), la Confederación de Sindicatos Industriales (CSI) y el PIT-CNT, ha llevado a la implementación de paros y trabajo a reglamento, con el consecuente anuncio de posibles dificultades en el abastecimiento de productos, como yogures y postres, en los próximos días.
La jornada del martes 8 de marzo fue marcada por paros de dos horas por turno, durante las cuales se llevaron a cabo asambleas de trabajadores para discutir las medidas a tomar. Luis Goichea, dirigente de la FTIL, explicó que el trabajo a reglamento se ha establecido como una medida permanente, lo que, según señaló, afectará progresivamente las operaciones de la empresa, incluso si los paros no se repiten en los próximos días.
En cuanto al impacto en el abastecimiento, Goichea advirtió que productos de corta vida útil, como yogures y postres, podrían empezar a escasear en los establecimientos comerciales. Además, mencionó posibles retrasos en la distribución de productos con una vida útil más larga, como manteca, dulces y helados, debido a problemas logísticos derivados del trabajo a reglamento y la reducción de personal durante la semana de turismo.
Las raíces de estas medidas se encuentran en una prolongada falta de acción por parte de Conaprole para abordar la actualización de las categorizaciones laborales, según explicó Goichea. Desde hace más de dos años, el sindicato ha solicitado la instalación de instancias de diálogo bipartito para revisar y actualizar las categorías laborales, vigentes desde 2011. Sin embargo, la empresa ha rechazado repetidamente estas solicitudes, lo que ha llevado a la adopción de medidas de presión por parte de los trabajadores.
El dirigente de la FTIL también señaló que, a pesar de la inclusión de una cláusula en los laudos laborales que establecía un plazo hasta noviembre de 2023 para la discusión de las categorizaciones, Conaprole ha eludido el diálogo, argumentando que no hay necesidad de revisar las categorías laborales después de más de una década.
Esta situación ha generado tensiones significativas entre los trabajadores y la empresa, exacerbadas por el aumento de las demandas laborales y la mayor participación de los trabajadores en los procesos tecnológicos de la empresa. Goichea destacó que, a medida que Conaprole aumenta sus estándares de calidad y exigencia, los trabajadores esperan que sus salarios reflejen adecuadamente su contribución al éxito de la empresa.
En cuanto a los próximos pasos, la FTIL tiene previstas reuniones de su directiva nacional para evaluar las medidas tomadas hasta el momento, así como una Asamblea General programada para el 21 de marzo, donde podrían decidirse acciones adicionales. Estas medidas se sumarían al trabajo a reglamento, que seguirá vigente en los próximos días y que ya está causando dificultades operativas debido a la disminución del personal disponible.
La situación entre el sindicato de Conaprole y la empresa refleja tensiones persistentes en la industria láctea uruguaya, donde los trabajadores buscan garantizar condiciones laborales justas y adecuadas a medida que la empresa enfrenta desafíos operativos y tecnológicos en un mercado cada vez más competitivo.