Industrias uruguayas enfrentan dificultades en sus negocios con Argentina: Impacto del consumo recesivo y perspectivas tras cambios políticos
Las relaciones comerciales entre Uruguay y Argentina han sido históricamente vitales para ambas naciones. Sin embargo, en los últimos años, las industrias uruguayas han enfrentado desafíos significativos en sus operaciones con su vecino del sur. El consumo recesivo en Argentina, combinado con cambios políticos y económicos, ha creado un panorama desafiante para los empresarios uruguayos que dependen de exportaciones hacia ese mercado.
En el año 2018, el número de empresas uruguayas que vendían a Argentina alcanzó su punto máximo, pero desde entonces ha experimentado un declive notable. En 2023, solo 371 empresas realizaron exportaciones a Argentina, de las cuales únicamente 45 superaron el millón de dólares en envíos. Este declive se tradujo en exportaciones totales por un valor de USD 565 millones, marcando una disminución del 47% en comparación con el año anterior. Este panorama sombrío fue descrito por Fernando Pache, presidente de la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU), como meses «espantosos» para los industriales uruguayos.
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Sin embargo, con la llegada de Javier Milei al gobierno argentino, algunas dinámicas comenzaron a cambiar. Los empresarios uruguayos comenzaron a recibir los pagos atrasados de importadores argentinos, lo que brindó un cierto alivio. A pesar de este cambio, el sector aún no ha logrado recuperarse por completo, ya que las ventas a Argentina no se han normalizado. Aunque existe un moderado optimismo entre los empresarios, persisten desafíos significativos.
Las industrias uruguayas se han visto obligadas a realizar ajustes operativos y de personal, así como a recurrir a créditos bancarios para sobrellevar las dificultades del año pasado. Sin embargo, ahora se enfrentan a una disminución en la demanda, lo que complica aún más su situación. Washington Durán, presidente de Comercio Exterior de la CIU, señaló que si no hay ventas, no hay mercado, resaltando los desafíos fundamentales que enfrentan estas industrias.
La difícil realidad empresarial ha llevado al cierre de algunas empresas y a medidas de ajuste interno en otras. Para muchas de estas empresas, el mercado argentino representa una oportunidad crucial de crecimiento, ya que carecen de otras alternativas viables debido a diversos factores como la competitividad o la infraestructura.
El impacto de esta crisis se refleja en decisiones comerciales concretas, como el caso de la autopartista brasileña Fanacif, que se vio obligada a enviar a su plantilla a seguro de paro debido a problemas financieros y anunció el cierre de su operación industrial en Uruguay. La situación también se evidencia en empresas como Darnel, fabricante de envases reciclables, que ha experimentado una reducción significativa en sus ventas al mercado argentino debido al consumo recesivo en ese país.
Alberto Brause, gerente de Darnel, mencionó que la empresa pasó del 25% al 8% de su producción destinada al mercado argentino, lo que refleja el impacto directo del consumo recesivo en las operaciones comerciales. Aunque la empresa había anticipado un aumento en las ventas después de los cambios políticos y la liberación de las importaciones, no ha logrado alcanzar los niveles previstos debido a la disminución del consumo.
Es importante destacar que la situación actual presenta una complejidad adicional debido a la naturaleza dinámica del mercado argentino. Si bien existe un moderado optimismo entre los empresarios uruguayos, el futuro sigue siendo incierto. Sin embargo, hay indicios positivos de que la situación se está normalizando gradualmente, lo que podría permitir a las empresas comenzar a recuperar su capital de trabajo.
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Las industrias uruguayas enfrentan desafíos significativos en sus negocios con Argentina, impulsados por el consumo recesivo en el país vecino y los cambios políticos en la región. Aunque hay signos de mejora, la recuperación completa requerirá tiempo y esfuerzo por parte de los empresarios y las autoridades gubernamentales para abordar los desafíos estructurales que enfrenta el comercio bilateral.