España teme un duro golpe a su sector cárnico por la tensión comercial entre Europa y China. La posible imposición de aranceles por parte de China a productos agroalimentarios de la Unión Europea, en respuesta al aumento de aranceles a los coches eléctricos chinos, ha generado gran preocupación en la industria cárnica española.
El sector porcino, en particular, se encuentra en una posición vulnerable. China es el principal destino de las exportaciones españolas de porcino, representando el 20,33% de las ventas totales en 2023. Un arancel impuesto por China podría tener un impacto devastador en este sector, con repercusiones en toda la cadena de valor.
Anice, la Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España, ha hecho un llamado urgente a las autoridades españolas para que tomen medidas. Solicitan la activación de todas las medidas de contención previstas en estos casos y la búsqueda de soluciones diplomáticas para evitar una escalada en la tensión comercial.
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Más allá del porcino, otros sectores agroalimentarios españoles también podrían verse afectados. La carne de ovino, el aceite de oliva, las frutas y verduras son algunos de los productos que podrían estar en la mira de las represalias chinas.
España teme un duro golpe a su sector cárnico
Las exportaciones agroalimentarias españolas a China alcanzaron un récord de 10.583 millones de euros en 2023. Esta cifra representa un 625% de la balanza comercial, lo que convierte a China en un socio comercial crucial para el sector agroalimentario español.
La posición de liderazgo de España en el mercado europeo de porcino y su segundo puesto a nivel mundial están en riesgo. La industria cárnica española se encuentra en un momento crucial y necesita el apoyo de las autoridades para navegar esta difícil situación.
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La búsqueda de nuevos mercados y la diversificación de las exportaciones son medidas esenciales para mitigar el impacto de las posibles represalias chinas. La apertura de nuevos mercados en Asia, América Latina y África podría ayudar a compensar la pérdida del mercado chino.
La situación actual pone de relieve la necesidad de una mayor resiliencia en las cadenas de suministro globales. La dependencia excesiva de un solo mercado o país puede generar vulnerabilidades que ponen en riesgo sectores estratégicos como el agroalimentario.
Es fundamental que las autoridades españolas trabajen en conjunto con la industria para encontrar soluciones efectivas a esta crisis. La diplomacia, la búsqueda de nuevos mercados y la diversificación de las exportaciones son claves para proteger el sector agroalimentario español y garantizar su futuro.