Los desafíos de la Dian, impacto de la desaceleración en el recaudo de múltiples impuestos, la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian) de Colombia enfrenta desafíos significativos en su tarea de recaudación, como lo evidencian los últimos informes que muestran una desaceleración en el recaudo de varios impuestos.
A pesar de los esfuerzos de la entidad para mantener la estabilidad financiera, diversos factores económicos han obstaculizado el logro de las metas establecidas, especialmente en lo que respecta al Impuesto al Valor Agregado (IVA) y los tributos externos.
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El informe mensual de estadísticas de la Dian hasta marzo revela una situación preocupante. Si bien el recaudo total se sitúa ligeramente por debajo de la meta establecida, el desempeño del IVA es especialmente preocupante. Mientras que la meta para el IVA era de $25,1 billones, el recaudo real apenas alcanzó los $22,6 billones, representando una brecha de $2,5 billones.
Del mismo modo, los ingresos por tributos externos, asociados principalmente a las importaciones, también se han quedado por debajo de la meta, alcanzando solo $8,7 billones de los $11 billones previstos.
La combinación de estas cifras arroja un resultado decepcionante, con un recaudo total de $31,3 billones hasta el momento, en comparación con los $36,1 billones que se esperaban. Este déficit de aproximadamente $4,8 billones es indicativo de los desafíos que enfrenta la economía colombiana, especialmente en un contexto de desaceleración económica y contrabando creciente.
Lisandro Junco, exdirector de la Dian, destaca la importancia del contrabando como un factor que influye en la disminución de los ingresos por tributos externos. Señala que, aunque pueda parecer insignificante a primera vista, el contrabando está teniendo un impacto significativo en la caída del recaudo total.
Además, Junco señala que la reducción en el consumo, atribuida al aumento de los precios, también está afectando negativamente al recaudo, especialmente en impuestos como las retenciones, que no están creciendo al ritmo esperado.
El Comité Autónomo de Regla Fiscal (Carf) también ha analizado la situación, destacando que el recaudo acumulado hasta marzo alcanzó los $67,2 billones. Aunque esta cifra representa un crecimiento nominal del 4,7%, en términos reales se observa una reducción del 1,2% en comparación con el mismo período del año anterior. Esto sugiere que, si bien el recaudo ha aumentado en términos absolutos, no ha logrado mantener el ritmo necesario para cumplir con las metas establecidas por el gobierno.
La reforma tributaria implementada en 2022 también ha sido objeto de críticas, ya que no ha logrado generar el aumento esperado en el recaudo, a pesar de la introducción de nuevos impuestos, como los impuestos saludables y el impuesto al plástico de un solo uso. Esto plantea interrogantes sobre la eficacia de las políticas fiscales implementadas y la necesidad de revisar y ajustar estrategias para garantizar un recaudo suficiente y sostenible.
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Si esta tendencia persiste y se confirman pronósticos como la caída de los ingresos por litigios, el gobierno del presidente Gustavo Petro podría enfrentarse a la necesidad de reevaluar su plan de gastos y ajustar sus políticas económicas para hacer frente a los desafíos actuales y garantizar la estabilidad financiera a largo plazo.