La falsificación en Chile.- El país enfrenta un creciente problema con la importación y venta de productos falsificados. Desde arroz importado de Paraguay hasta zapatillas blancas de Taiwán y poleras de colores neutros desde Perú, estas mercancías ingresan al país de manera indetectable para las autoridades. Una vez en Chile, pasan por procesos de maquilación sofisticados y terminan vendiéndose en plataformas de comercio electrónico, ferias libres e incluso en comercios establecidos bajo marcas reconocidas del mercado local.
La falsificación en Chile
La Policía de Investigaciones de Chile (PDI) ha detectado que existen verdaderos holdings de fabricación cada vez más profesionalizados y jerarquizados. Recientemente, el Sernac alertó sobre la venta de recargas de café instantáneo Nescafé de 50 gramos, un producto inexistente con etiquetas desactualizadas. Solo en el año pasado, hubo 2.124 denuncias al Ministerio Público sobre falsificaciones, aunque las investigaciones judiciales tardan en promedio 539 días y las penas siguen siendo bajas y poco disuasivas.
Vea también: Rolex contraataca: casi 600 querellas por falsificaciones en Chile
En 2023, Aduanas incautó más de 4 millones de unidades de productos falsificados, incluyendo vestuario, calzado, juguetes y accesorios de tecnología. Además, a través del Plan Operativo de Salud Pública, se decomisaron más de 3 millones de unidades de productos potencialmente perjudiciales, entre ellos cosméticos y suplementos alimenticios. Según el prefecto Cristian Ramírez, jefe de la Brigada Investigadora de Delitos de Propiedad Intelectual de la PDI, las organizaciones ahora prefieren importar materia prima y fabricar los productos falsificados en Chile.
Estas organizaciones emplean a cientos de personas en la producción y distribución de estos artículos, desde maquiladores hasta transportistas. Se falsifican no solo vestuario y calzado, sino también juguetes, alimentos, cosméticos y hasta maquinarias como taladros y repuestos de autos, generalmente provenientes de China. La PDI ha incautado diversos productos falsificados, incluidos arroz, azúcar, mermeladas y cosméticos, que se comercializan con etiquetas casi idénticas a las originales.
Un caso destacado fue el del arroz marca Tucapel, que comenzó con la denuncia de un cocinero. La investigación llevó a una bodega con máquinas especializadas para imprimir y empacar el arroz con etiquetas falsificadas, con errores mínimos en las instrucciones. Situaciones similares han ocurrido con suplementos alimenticios falsificados, como el Centrum líquido, que no se comercializa en ese formato en Chile.
Vea también: Exgerente de La Polar enfrenta cargos por contrabando de ropa falsificada
Para combatir este fenómeno, la PDI ha intensificado las fiscalizaciones, especialmente en plataformas de comercio electrónico y redes sociales. La estrategia incluye perseguir estos delitos como asociación ilícita y lavado de dinero, rastreando la ruta del dinero para desmantelar las organizaciones criminales que ahora completan todo el ciclo de producción dentro del país. Los expertos legales también juegan un rol crucial en la detección y denuncia de estos productos.
Por su parte, las marcas y estudios de abogados especializados han contratado investigadores privados para hacerse pasar por clientes y detectar productos falsificados en ferias y redes sociales. Nestlé, por ejemplo, tiene un departamento especializado en propiedad intelectual que trabaja con abogados internacionales para proteger sus marcas. Según el abogado Pablo Cariola, aunque la ley ha introducido penas por falsificación, estas siguen siendo bajas y los criminales encuentran formas de evadir la persecución.
El Observatorio del Comercio Ilícito y Seguridad de la Cámara Nacional de Comercio señala que solo entre el 7% y 8% de la carga que llega al país es revisada por Aduanas, lo que facilita la entrada de productos falsificados. La industria cosmética y el sector editorial también han sido gravemente afectados, con cifras alarmantes de productos falsificados detectados y desbaratamiento de talleres ilegales. En respuesta, iniciativas como la plataforma Brand Protection Program de Mercado Libre buscan combatir la falsificación en línea y proteger los derechos de propiedad intelectual.
Finalmente, aunque muchos consumidores reconocen el daño que causa la venta de productos falsificados, un porcentaje significativo sigue comprando en el comercio informal debido a los bajos precios. Esto resalta la necesidad de una mayor concienciación y medidas efectivas para combatir la falsificación y el contrabando en Chile.