Humphreys decidió modificar la tendencia de clasificación de los bonos de Empresas La Polar S.A. (La Polar) desde “En Observación” a “Favorable”, por su parte la calificación se mantiene en “Categoría B-“.
Clasificación de La Polar escala hasta «favorable»
La tendencia de clasificación de La Polar se modifica, desde “En Observación” a “Favorable”, debido a los avances exhibidos en el plan de fusión con AD Retail lo que se espera que redunde favorablemente en los resultados de la compañía; a ello se suma el aplazamiento de los vencimientos del año 2024 para el 2025 lo que se percibe como positivo para un eventual refinanciamiento.
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La clasificación de riesgo en “Categoría B-“ responde a que, el emisor ha presentado en los últimos dos años una significativa reducción en la capacidad de generación de flujos, situación que se ve reflejada en las ventas de retail. En los hechos, en el año 2022, exhibe un EBITDA negativo de $ 8.313 millones, producto de las contingencias reputacionales que enfrentó la compañía hacia finales de ese año, posteriormente, en 2023 vuelve a exhibir valores negativos que alcanzan los $ 23.094 millones de EBITDA, situación que afectó en mayor o menor medida a todo el sector retail.
Por otro lado, esta clasificadora se encuentra monitoreando los avances a situaciones exhibidas en el pasado donde presentaba altas dificultades para acceder a un financiamiento diverso, financiando sus operaciones recurrentemente con entidades financieras no bancarias y apoyándose en su stock de cuentas por cobrar. Adicionalmente, se requiere monitorear los avances en el plan de fusión que la nueva administración está llevando a cabo y como esto se refleja en los resultados de la compañía.
Según lo ha señalado Humphreys, el desafío de La Polar, además de superar las contingencias que afectan las ventas de la compañía, es obtener mayores oportunidades de acceso al crédito (hecho vital para el crecimiento del negocio financiero), junto con la estructuración de la deuda conjunta de La Polar y AD Retail en el largo plazo. Por tanto, la firma (posterior a la integración de negocios) requiere incrementar significativamente su escala de negocios y sus niveles de eficiencia, de manera consolidada.
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Cabe señalar que, con los márgenes con que opera, al cierre de operaciones del 2022, logró cubrir, aunque de forma ajustada, los costos de operación y gastos de administración con la ganancia bruta (la suma de los costos de distribución y gastos de administración totalizaron los $ 133.623 millones, mientras que la ganancia bruta, en 2022, fue de $ 130.478 millones), no obstante, en 2023, dado el mayor deterioro no logra cubrir sus gastos operaciones.
En opinión de Humphreys, el negocio crediticio es altamente intensivo en capital de trabajo y el emisor ha presentado bajas alternativas de acceso a las fuentes de financiamiento. Más allá de la gestión llevada a cabo por la administración, La Polar presenta los riesgos propios de un proyecto aún no consolidado.
En términos de ASG[1], durante 2023, La Polar siguió su programa de sostenibilidad centrado en tres pilares fundamentales: Personas, Planeta y Progreso. Adicionalmente, cuenta con prácticas y departamentos de Gobierno Corporativo ya consolidados.
La Polar es una empresa orientada a las ventas al detalle (retail), mediante el formato de tiendas por departamentos y que, en forma complementaria, participa en el negocio financiero mediante el otorgamiento de créditos a los usuarios de su tarjeta comercial (tarjeta La Polar) y tarjeta VISA La Polar.