La importación de carne de cerdo desde Brasil se derrumba, la polémica sobre la importación de carne de cerdo desde Brasil a Argentina ha generado debates acalorados en los últimos meses. Sin embargo, los datos recientes muestran una tendencia sorprendente: las importaciones de carne porcina desde Brasil se han desplomado a la mitad en el primer cuatrimestre del año.
Vea: Argentina logra superávit comercial con Brasil por segundo mes consecutivo
¿Qué factores han contribuido a esta caída abrupta y cuáles son las implicaciones para los productores locales y el mercado argentino en general?
El gobierno de Javier Milei, tras reunirse con los supermercadistas durante el verano, decidió otorgar ventajas impositivas a los importadores para traer carne porcina de Brasil, especialmente bondiolas, un corte con alta demanda en Argentina pero escasa en el país vecino.
Esta medida provocó un fuerte debate, especialmente entre los productores porcinos locales, que se sintieron perjudicados por las políticas impositivas desfavorables en comparación con Brasil, así como por las diferencias en regulaciones sanitarias.
A pesar de las críticas y controversias, las importaciones de carne de cerdo desde Brasil se han desplomado de manera significativa. Según datos del INDEC, en los primeros cuatro meses del año se importaron solo 2.000 toneladas, una cuarta parte de lo que ingresó en el mismo período del año pasado. En abril, el primer mes completo bajo esta medida, solo ingresaron 760 toneladas, menos de la mitad que en abril del año anterior.
¿Cuáles son las razones detrás de esta caída en picada de las importaciones de carne porcina desde Brasil? Hay varios factores en juego. En primer lugar, el precio de la carne de cerdo en las góndolas de los supermercados ha disminuido considerablemente, lo que ha reducido la necesidad de importar.
Además, el tipo de cambio desfavorable y los altos costos de transporte han desalentado aún más las importaciones, incluso desde un país vecino como Brasil.
Por otro lado, los productores argentinos continúan argumentando que no es justo competir con un producto importado que utiliza insumos prohibidos en Argentina y exigen igualdad de trato impositivo. Sin embargo, la realidad económica ha llevado a que estas preocupaciones pasen a un segundo plano, al menos temporalmente.
Vea: Avances en las ventas del comercio Brasileño
Es importante destacar que el contexto económico influye en gran medida en el comportamiento del mercado de la carne de cerdo. Tras un importante aumento de precios luego de la devaluación de diciembre, los precios cayeron en febrero y luego compensaron ligeramente en marzo, según datos del IPCVA. Sin embargo, la inflación acumulada en esos meses ha superado el 20%, lo que ha impactado significativamente en el poder adquisitivo de la población.
La caída en las importaciones de carne porcina desde Brasil es el resultado de una combinación de factores económicos y comerciales, incluyendo la disminución de los precios locales, el tipo de cambio desfavorable y los altos costos de transporte. Si bien esta tendencia puede ser una buena noticia para los productores locales en el corto plazo, también plantea desafíos en términos de competencia y regulación a largo plazo.
La evolución futura de este mercado dependerá en gran medida de la dinámica económica y las políticas comerciales tanto en Argentina como en Brasil.