La cadena de suministro global enfrenta una creciente presión debido al cambio climático. Se observa una mayor demanda por parte de las empresas para monitorizar y gestionar los riesgos laborales en sus cadenas de suministro de extremo a extremo, según un informe de la consultora S&P Global.
Caída en la productividad: Los estudios revelan que la productividad de los trabajadores se reduce cuando las temperaturas superan ciertos niveles. Esta situación se evidenció en los sectores manufacturero y de transporte durante la pandemia del COVID-19, lo que generó cuellos de botella en los puertos, dislocaciones de inventario e ingresos perdidos.
Efectos del calor en la productividad:
La temperatura y la duración del trabajo no se correlacionan generalmente, excepto después de superar un umbral de temperatura (entre 81°F y 83.5°F, según la industria).
Más allá de este umbral, se observa una reducción gradual de la semana laboral media en sectores como la manufactura (7.4 minutos perdidos por semana por trabajador por cada grado adicional de Fahrenheit), ocio/hospitalidad (4.1 minutos) y construcción (4 minutos).
Los umbrales pueden variar en diferentes países.
La cadena de suministro global enfrenta una creciente presión
En julio de 2023, las temperaturas superaron esos umbrales en algunos estados de EE.UU.
La investigación de S&P Global Market Intelligence indica una pérdida total de más de 13.5 millones de horas de trabajo en el sector privado de ese país, principalmente en Texas y Arizona en los sectores de ocio/hospitalidad, construcción y servicios de transporte.
Si bien estas pérdidas pueden tener un impacto pequeño en el PIB general (0.1 puntos porcentuales del crecimiento anualizado del tercer trimestre), las altas temperaturas prolongadas podrían tener efectos no lineales en el futuro.
Si sectores como la construcción y el transporte, vitales para las cadenas de suministro de EE.UU., experimentan pérdidas de mano de obra, esto podría generar desafíos operativos en industrias que dependen de estos servicios y aumentar el daño económico.
Los desequilibrios laborales y las preocupaciones por el cambio climático que afectan la productividad de los trabajadores generan una mayor demanda de las empresas para monitorizar y gestionar los riesgos laborales en sus operaciones y cadenas de suministro.
Regulaciones:
Las directrices voluntarias se están convirtiendo en requisitos legales, abarcando más empresas y temas, con mecanismos de aplicación más estrictos.
La Directiva sobre la debida diligencia de sostenibilidad empresarial de la Unión Europea, aprobada en 2023, aplicaría requisitos comunes en la cadena de suministro para las empresas con sede o que operan en los 27 Estados miembros.
Se estima que la Directiva abarcará a 12 mil 800 empresas europeas y 4 mil firmas no pertenecientes al continente.
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Responsabilidad de las empresas:
Las empresas de transporte y las marcas o propietarios de carga que utilizan esos servicios tienen la responsabilidad de garantizar la protección de los derechos de los trabajadores.
Las empresas deberán invertir en sistemas, flujos de trabajo y personal para cumplir con los nuevos requisitos legales.
También pueden adaptar sus modelos de negocio, operación o abastecimiento para gestionar el riesgo y limitar la exposición legal.
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El cambio climático representa un desafío importante para la cadena de suministro global. Las empresas deben tomar medidas para monitorizar y gestionar los riesgos laborales, así como cumplir con las regulaciones emergentes. La inversión en soluciones sostenibles será crucial para asegurar la resiliencia de la cadena de suministro en el futuro.