Crisis en el sector lechero en Uruguay
El sector lechero uruguayo está enfrentando una serie de desafíos significativos que amenazan su estabilidad y viabilidad. Entre estos problemas se encuentran el atraso cambiario que afecta la rentabilidad, el cierre de una planta del Grupo Gloria, y la posibilidad de un paro nacional de 24 horas impulsado por denuncias de «atropellos patronales» hacia los trabajadores. Estos conflictos han generado un clima de incertidumbre y tensión dentro de la industria.
Situación sindical y posible paro
La Mesa de la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FITIL) se reunirá este lunes para analizar la situación sindical del sector. Este encuentro se da en un contexto de creciente descontento, exacerbado por el despido de un trabajador en la empresa Hubert. Según el sindicato, este despido se produjo como represalia por la participación del empleado en actividades sindicales, lo cual consideran un «atropello patronal de represión a la libre organización sindical de los trabajadores».
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Desde principios de mayo, cuando ocurrió el despido, no se ha logrado llegar a una negociación satisfactoria, lo que llevó a un paro de dos horas el pasado viernes en solidaridad con el Sindicato de Trabajadores del Transporte de Leche. Luis Goichea, secretario general de la Asociación de Obreros y Empleados de Conaprole y dirigente de la FITIL, afirmó que un paro de 24 horas, aunque significativo, no resolverá los problemas subyacentes del sector. Goichea denunció que «trabajadores que se organizan libremente para integrar un sindicato, inmediatamente son despedidos por la empresa», reflejando una problemática sistémica de represión sindical.
Cierre de la planta del Grupo Gloria
Otro golpe significativo para la industria lechera uruguaya ha sido el anuncio del cierre de la planta del Grupo Gloria en Nueva Helvecia. Este grupo peruano, que operaba en el negocio lácteo uruguayo, decidió cerrar su planta de fabricación de quesos, afectando a 50 empleados y a 40 tamberos locales que suministraban leche a la planta.
El 4 de mayo, el Grupo Gloria comunicó a través de WhatsApp la paralización de sus operaciones y el despido de 43 empleados, quienes actualmente se encuentran en seguro de paro. Esta decisión también implicó la suspensión de la recolección de unos 60.000 litros de leche diarios de los productores locales. Las principales gremiales lecheras del país expresaron su firme rechazo a esta decisión abrupta, argumentando que el cierre «de un día para el otro» no se puede justificar solo por motivos económicos. Criticaron que no se haya dado una advertencia previa para que productores y empleados pudieran tomar las medidas necesarias.
Las gremiales también señalaron la necesidad de encontrar un destino inmediato para la producción de leche, ya que su desperdicio tiene implicaciones ambientales serias. En un comunicado, instaron a los gobernantes a considerar medidas para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro. Exigieron, además, que la empresa cumpla con todas sus obligaciones financieras y criticaron la falta de respeto hacia el país y su gente.
Atraso cambiario y su impacto
El sector lechero no solo enfrenta problemas sindicales y de despidos, sino que también está lidiando con el impacto del atraso cambiario. Según Conaprole, este retraso afecta directamente el precio de la leche al productor, a pesar del aumento de los precios en el mercado internacional. Los lácteos han subido por cuarta vez consecutiva en el remate de la plataforma de Fonterra, pero el tipo de cambio planchado en Uruguay está dificultando que los productores vean reflejadas estas mejoras en sus ingresos.
Alejandro Pérez, vicepresidente de Conaprole, reconoció que «los productores preguntan por el precio de la leche, pero es difícil modificarlo porque nos afecta el tipo de cambio, que está por debajo del año pasado». Pérez señaló que, aunque hay una demanda creciente en el mercado, la situación de los productores sigue siendo complicada. La relación favorable del precio del grano para alimentar al ganado no es suficiente para contrarrestar los desafíos económicos actuales.
Pérez también mencionó que es difícil hacer predicciones a corto plazo sobre los precios futuros de la leche, aunque en los últimos dos meses ha habido una mejora. Aun así, advirtió que es improbable que haya un cambio significativo en el precio de la leche al productor hasta fin de año.
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El sector lechero uruguayo se encuentra en un momento crítico. Los despidos y la posible represión sindical, el cierre de la planta del Grupo Gloria, y los problemas derivados del atraso cambiario son desafíos que requieren una respuesta coordinada y efectiva. La reunión de la FITIL este lunes será crucial para determinar las próximas acciones a seguir y buscar soluciones a estos problemas.
La capacidad de adaptarse a estas adversidades y encontrar soluciones innovadoras será esencial para que el sector lechero pueda superar esta crisis y continuar siendo una parte vital de la economía uruguaya. Es fundamental que tanto los trabajadores como los empresarios y el gobierno colaboren para encontrar un camino sostenible y equitativo hacia adelante.