Competencia y Capacidad Ociosa amenazan a cerveceros uruguayos desde Argentina
La industria cervecera uruguaya enfrenta un desafío sin precedentes: la creciente importación de cerveza desde Argentina y Brasil está amenazando la estabilidad de las fábricas locales. Con la paralización programada de las dos plantas de producción de AmBev en Uruguay durante el mes de mayo, la preocupación se intensifica entre los trabajadores y los líderes sindicales del sector.
La decisión de AmBev de suspender temporalmente la producción en sus plantas ubicadas en Montevideo y Mina ha generado una situación delicada para la industria cervecera uruguaya. La sobrecapacidad y la falta de demanda interna han llevado a la multinacional a tomar medidas drásticas, dejando a unos 500 empleados en licencia, con algunos de ellos enfrentando la posibilidad de ser enviados al seguro de paro, lo que implicaría una reducción significativa en sus ingresos.
Esta situación ha encendido las alarmas entre los trabajadores y los sindicatos del sector, quienes ven con preocupación el aumento de las importaciones de cerveza, especialmente desde Argentina y Brasil, a precios más bajos que los de la producción nacional. Según Fernando Ferreira, presidente de la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida de Uruguay, la competencia desleal de las cervezas importadas está afectando gravemente a las fábricas locales.
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Una de las preocupaciones principales es la capacidad ociosa de las fábricas de cerveza en Argentina, que operan a aproximadamente el 30% de su capacidad. Esta situación hace que sea más rentable para AmBev producir ciertas marcas en Argentina y luego importarlas a Uruguay, en lugar de utilizar completamente sus instalaciones en el país vecino. Esta práctica pone en peligro la estabilidad laboral y la viabilidad económica de las fábricas de cerveza uruguayas.
El gremio cervecero ha tomado medidas para abordar esta problemática, incluida una presentación en el Parlamento uruguayo para solicitar una reducción en los impuestos que gravan la cerveza nacional, con el objetivo de hacerla más competitiva en el mercado local. Sin embargo, hasta el momento, estas iniciativas no han avanzado lo suficiente para abordar el problema de manera efectiva.
La caída en las ventas y el aumento del stock de cerveza en Uruguay no están necesariamente relacionados con una disminución en el consumo, sino más bien con una preferencia creciente por las marcas importadas, que suelen ser más económicas. Este cambio en las preferencias de los consumidores ha puesto a la industria cervecera nacional en una situación precaria, enfrentando una competencia desleal y una presión económica significativa.
En el mercado uruguayo, las marcas producidas por AmBev, como Pilsen, Patricia, Norteña y Zillertal, compiten con marcas importadas como Corona, Patagonia, Budweiser y Brahma, entre otras. La presencia de estas marcas importadas ha aumentado en los últimos años, exacerbando los desafíos que enfrentan las fábricas locales.
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La industria cervecera uruguaya enfrenta una crisis provocada por la competencia desleal y la capacidad ociosa de las fábricas en Argentina. Con la importación creciente de cerveza a precios más bajos, las fábricas locales luchan por mantenerse a flote en un mercado cada vez más difícil. Es fundamental que se tomen medidas para proteger y promover la industria cervecera nacional, asegurando así su supervivencia a largo plazo.