Supermercados, shoppings y autoservicios mayoristas argentinos afectados económicamente
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) ha publicado un informe que revela una preocupante tendencia a la baja en el consumo en Argentina. Los datos de abril muestran una caída significativa en las ventas de supermercados, autoservicios mayoristas y centros comerciales (shoppings), tanto en comparación interanual como en relación con el mes de marzo. Esta tendencia refleja un deterioro continuo del consumo en todos los segmentos de la economía argentina.
Supermercados: Un desplome generalizado
Las ventas en los supermercados han mostrado una caída alarmante. En abril, las ventas se desplomaron un 17,6% en comparación con el mismo mes del año anterior. Además, en términos desestacionalizados, cayeron un 3,3% respecto a marzo, acumulando una retracción del 13% en el primer cuatrimestre del año. Según los datos del Indec, los supermercados registraron una facturación total de 1,33 billones de pesos en abril, lo que representa un crecimiento nominal del 246%. Sin embargo, este aumento no fue suficiente para superar la inflación, que avanzó un 289,4% en el mismo período. Esto significa que, en términos reales, las ventas cayeron un 17,6%.
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Analizando las ventas por rubro, se observa que la mayoría de ellos experimentaron caídas significativas cuando se ajustan por inflación. Los productos de almacén, que representan el 29,1% de los ingresos totales de los supermercados, aumentaron sus ventas un 259% en términos nominales, quedando 30,4 puntos por debajo del IPC. Otros rubros afectados incluyen los lácteos (282,4%), las carnes (212,8%) y las bebidas (218,5%). El único rubro que logró superar la inflación fue el de «artículos de limpieza y perfumería», con un incremento del 291,1%.
Las perspectivas para los próximos meses no son alentadoras. Según un informe de Scentia, en mayo las ventas en todos los canales se derrumbaron un 10% en términos interanuales. En abril, la baja había sido del 13,8%, con una disminución del 10,5% en las cadenas y del 9,5% en los autoservicios. La contracción acumulada en los primeros cinco meses del año se acercaría al 8%. Además, se están registrando caídas intermensuales a pesar de las señales de recuperación destacadas por el Gobierno nacional.
Autoservicios Mayoristas: Un panorama aún más desalentador
La situación en los autoservicios mayoristas es aún más grave. En abril, las ventas cayeron un 21,2% interanual y un 2,4% mensual. En los primeros cuatro meses de 2024, la variación acumulada fue del -11,9%. La facturación de los autoservicios mayoristas en abril fue de $233 mil millones, lo que representa una variación nominal del 246,5%, quedando 42,9 puntos por debajo de la inflación.
El rubro de «almacén» sigue siendo el más destacado, con una participación del 43% sobre el total de ventas. No obstante, la facturación en este ítem creció un 249,7% nominal en el último año, perdiendo significativamente frente al IPC. Los artículos de limpieza y perfumería también mostraron una variación interanual del 261%, insuficiente para compensar la inflación.
Centros Comerciales: Sin señales de recuperación
Los centros de compras o shoppings tampoco han logrado repuntar. En abril, la facturación (a precios constantes) cayó un 23,8% en comparación con el mismo mes del año pasado. Ningún rubro logró acercarse al índice de inflación. El rubro de «perfumería y farmacias» tuvo la variación nominal más alta, con un incremento del 226,1% a precios corrientes, 63,3 puntos por debajo de la inflación. Otros rubros, como «ropa y accesorios deportivos» (203,1%), «juguetería» (175,8%) y «librería y papelería» (176,1%), también mostraron incrementos insuficientes.
En total, los shoppings lograron una facturación de $297 mil millones en abril, con ventas promedio por centro comercial de $60,3 millones. Estos resultados indican una clara tendencia negativa en el consumo, afectando tanto a los grandes centros comerciales como a los pequeños comercios.
El deterioro del consumo en Argentina tiene múltiples causas. La inflación descontrolada es el principal factor que erosiona el poder adquisitivo de los consumidores, limitando su capacidad de gasto. La incertidumbre económica y las medidas de ajuste también contribuyen a un clima de desconfianza y cautela en los consumidores.
Las consecuencias de esta caída en el consumo son profundas. Afectan no solo a los comercios y a la economía en general, sino también al empleo y al bienestar de la población. Los comercios, enfrentados a una disminución en las ventas, pueden verse obligados a reducir personal, cerrar locales o disminuir inversiones. Esto, a su vez, puede generar un ciclo negativo de menor actividad económica y mayor desempleo.
Las perspectivas para el futuro cercano no son optimistas. Las proyecciones indican que la inflación continuará siendo un desafío significativo, y las medidas económicas necesarias para controlarla pueden tener efectos adversos a corto plazo en el consumo y la actividad económica.
Es crucial que las políticas económicas se orienten a estabilizar la inflación y fomentar el crecimiento económico sostenible. Esto incluye medidas para proteger el poder adquisitivo de los consumidores, apoyar a los comercios y estimular la inversión y el empleo. La coordinación entre el sector público y privado será esencial para superar estos desafíos y lograr una recuperación económica sólida y duradera.
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La fuerte caída de las ventas en supermercados, autoservicios mayoristas y centros comerciales en Argentina refleja un deterioro profundo del consumo, impulsado por una inflación galopante y una economía en crisis. Las medidas para revertir esta tendencia deben ser integrales y coordinadas, con un enfoque en estabilizar la inflación y fomentar un entorno económico favorable para el crecimiento y el bienestar de la población.